¿Habrá luz para el arte y la cultura al final del túnel?
La Secretaría de Cultura es quizá una de las dependencias más complejas, pues la mayoría de la clase política ha menospreciado la cultura y el arte; tanto así, que, especialmente en la zona norte, espacios como teatros, museos y galerías son prácticamente inexistentes. En términos generales, las manifestaciones artísticas que podemos gozar se realizan bajo el auspicio de los propios creadores. Las Casas de Cultura cobran sus servicios a los usuarios, lo que las convierte en recintos semiprivados. Así pues, el panorama cultural de nuestro Estado no es muy alentador que digamos.
La Secretaría de Cultura de Quintana Roo, sin embargo, estrena titular desde diciembre pasado, por lo que hay la posibilidad de que una luz en el camino se asome. Nadie lo sabe, pero tal vez el Lic. Ángel Rivero Palomo, con su interesante formación académica, deje digna huella durante el periodo que encabece tan importante Institución.
La Secretaría de Cultura quizá tenga un grado de dificultad más alto, pues debes enfrentar a otros titulares cuyo argumento, aseguran, es prioritario; es decir, según ellos, lo económico va antes que lo cultural, pero así nunca avanzaremos. La cuestión es ¿cómo llevar el arte y la cultura a un plano prioritario en el ámbito gubernamental?
Cuando todos asumamos que el concepto de cultura, así como el deporte, son actividades prioritarias para poder formar de manera óptima al ser humano, al ciudadano capaz de comprender con mucha sensibilidad aquello que es bueno para él, para su familia y para la sociedad a la que pertenece.
Otros estados, con menores recursos económicos, poseen impresionantes Teatros, Casas de Cultura, Galerías y Museos. ¿Qué pasa en Quintana Roo, donde estos recintos escasean, especialmente en la zona norte?
Creo que hace falta que los que habitamos en este estado nos involucremos más en lo que sucede en los diferentes puntos de su geografía, en Quintana Roo existe una gran diversidad de espacios culturales. En Chetumal, por ejemplo, contamos con el Museo de la Cultura Maya, el Paseo del Arte, el Museo de la Ciudad, el Museo Maqueta Payo Obispo, Bibliotecas, el Centro Cultural de las Bellas Artes, Teatro Constituyentes del ’74, el Teatro Minerva; en Cozumel se está remodelando la Casa de la Cultura; en Holbox estamos terminando otra; en Tulúm se cuenta con la Casa de la Cultura, la cual se está remodelando; en Felipe Carrillo Puerto estamos por inaugurar un magnífico Museo de sitio en el edificio del antiguo internado Lázaro Cárdenas, que mostrará lo importante que es la Cultura Maya y diversas manifestaciones artísticas; estamos construyendo la Casa de Cultura de Sabán y se está llevando a cabo un programa de mantenimiento en la de Kantunilkín. Creo que lo que hace falta es que los quintanarroense sepamos más de nuestra tierra, que veamos más allá de nuestras ciudades y poder comprender esta riqueza enorme.
El bajo presupuesto resulta generalmente el argumento para limitar acciones trascendentales a fin de impulsar el arte y la cultura. ¿Debemos conformarnos entonces con la recurrente excusa? ¿Qué se podría hacer?
Podemos encontrar en la vinculación una gran reserva de oportunidades: hemos estado tocando puertas en las Universidades que tienen, aparte de movimientos culturales internos, espacios magníficos para presentar diferentes muestras de arte. Hace falta también vincular las Casas de Cultura de la entidad con nuestros artistas, así como más vinculación con las instituciones federales que otorgan financiamiento para proyectos culturales, como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, con el cual no hemos aprovechado toda la gama de oportunidades que existen. Y otras instancias como el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el que ya estamos trabajando. Estoy convencido de que, ante la falta de recursos económicos, que es usual en la difícil situación actual de la economía mundial, podemos encontrar en la vinculación y en la creatividad esa herramienta que nos ayude a sacar adelante todo lo que concierne al arte y la cultura.
Hay la posibilidad de presentarles a la Secretaría de Hacienda y a la Legislatura, con los debidos argumentos, proyectos efectivos, integrales, a fin de incluir el deporte, la cultura y el arte dentro de los programas de prevención del delito, pues si la juventud está ocupada disminuye la delincuencia. Muchos pensamos que esto es asunto de voluntad y liderazgo. ¿Cuál es tu opinión?
En la búsqueda de cualquier tipo de financiamiento siempre tiene que ir obligadamente la presentación del proyecto respectivo; en la Secretaría de Cultura tenemos muy clara la visión de que nuestra prioridad es la etapa formativa de los niños y los jóvenes; es decir, el acercamiento primario a las artes; y por otro lado, una propuesta que haremos para incluirla en el presupuesto del próximo año, es generar becas para que estudiantes de alto nivel puedan continuar sus estudios, porque es en la etapa formativa en la que el niño se va a definir si se inclina por lo académico, las artes o el deporte, ya que los niños son vulnerables y fácilmente captables por el crimen organizado. Ahí es donde está nuestra oportunidad de contribuir a la evolución social, y por supuesto también generar la posibilidad de que nuestros artistas puedan acceder a becas para realizar estudios especializados o para seguir creando.
5.-Por años, artistas plásticos, bailarines, escritores y actores se las arreglan para brindar importantes manifestaciones artísticas a la sociedad, prácticamente sin apoyo gubernamental. ¿De qué forma la Secretaría de Cultura puede apoyar con efectividad a los creadores?
Siempre va a ser difícil generar esquemas de financiamiento oficial para materializar todos los proyectos culturales; esto es muy complejo pues cada artista considera que su proyecto es el más importante, y es natural que así sea, porque es el producto de su esfuerzo y su talento. El gobierno siempre se encuentra en la disyuntiva de elegir qué financiar y qué proyectos no es posible atender. Independientemente de la circunstancia económica imperante en el momento, en la Secretaría de Cultura estamos brindando los espacios que tenemos, museos, galerías, casas de cultura, teatros y la propia vinculación con las universidades y la sociedad que mencionábamos, para que los artistas puedan exponer sus obras. Y si el gobierno no puede financiar el proyecto, ellos puedan presentar sus propuestas a la sociedad y buscar patrocinios culturales independientes de los que otorga el gobierno. Sin embargo, muchos proyectos se cristalizan con el financiamiento de instituciones federales y locales. Este año se están financiando 26 proyectos y dos libros autorizados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en las disciplinas de artes visuales, danza, literatura, medios audiovisuales, música y teatro.
6.-Quedan pocos meses de la actual administración ¿Cuál será tu estrategia para posicionar a la Institución y que la población realmente obtenga beneficios?
Bueno, tenemos muy claro que nos quedan alrededor de 450 días para trabajar en esta institución, así que cada día lo vamos a aprovechar, cada día vamos generando alternativas, presentaciones, conciertos, exposiciones, vinculación con instituciones, público, artistas e intelectuales, porque no queremos desaprovechar ninguno de los momentos que vamos a estar al frente de esta institución, tan generosa en términos de la riqueza humana que tiene para poder verterla a la sociedad y que la sociedad a su vez retroalimente esta generosidad humana que tenemos en nuestra sociedad a partir de estas participaciones artísticas y culturales.
Creo que si yo pudiera resumir en pocas palabras qué esperamos en este año, diría que es mucho trabajo cultural, sin menoscabo de la situación financiera. En la Secretaría de Cultura vamos ser encauzadores de la actividad cultural, gestores cuando no esté en nuestras manos el poder resolver una situación dada, y a través de lo que ya hemos mencionado, de lo que hemos estado haciendo en términos de infraestructura, vinculación, formación de nuestros niños y jóvenes, preservar nuestra cultura maya, tenemos mucho por hacer; y desde luego que queremos dejar una semilla. Esto es muy importante, para que cuando llegue la próxima administración tenga ya un punto de partida sólido en lo que se refiere a la cultura… Creo que en toda institución es importante dejar una base sólida, y esa es nuestra tarea principal, para que pueda ser nuestro legado.