El impacto de la Alianza del Pacífico en la integración regional

Por: Rebeca Rodriguez Minor

Hoy en día, las alianzas estratégicas entre naciones latinoamericanas se caracterizan por dar prioridad a la apertura comercial, intereses políticos y liderazgos excluyentes, que dejan escaso margen para la cooperación conjunta y el regionalismo.

A pesar de la existencia de grandes ejemplos de integración regional, como lo son el Mercado Común Centroamericano (MCCA) o el Mercosur[1], actualmente los países se inclinan más por firmar acuerdos de corte neoliberal que no comprometen a sus economías, manteniendo así una autonomía de gestión. Tal parece ser el caso del reciente acuerdo firmado entre tres países andinos (Colombia, Perú, Chile) y México, en la llamada Alianza del Pacífico.


A pesar de la propaganda de regionalismo profundo que han manifestado sus integrantes, la estructura interna de la alianza, sólo permite vislumbrar en el futuro inmediato, la creación de una zona de libre comercio y el mercado integrado de las bolsas de valores.

Sus avances logrados hasta ahora se centran en la desregulación económica y la apertura a la inversión extranjera directa. La canalización de recursos hacia la productividad nacional, el desarrollo de infraestructura básica y la competitividad empresarial, no parecen ser una prioridad; lo que genera en los gobiernos progresistas de Suramérica, una reacción de rechazo. 

 Estas naciones perciben en la Alianza del Pacífico un bloque contrario a los objetivos integracionistas del Mercosur, y por ende, se crea una percepción de exclusión y divisionismo subregional, caracterizada por la competencia y el liderazgo excluyente perenne entre México (Alianza del Pacífico) y Brasil (Mercosur).

Ante las críticas internacionales que éste acuerdo ha recibido, los dirigentes de las naciones integrantes de la Alianza del Pacífico han hecho énfasis sobre el carácter incluyente y abierto de su acuerdo y se pronuncian a favor de impulsar proyectos comunes con Mercosur, pero de igual forma aceptan la obvia discrepancia entre las tendencias desarrollistas que cada uno de estos dos bloques ha decidido seguir.

Mientras por un lado la Alianza del Pacífico pretende acercase a la región Asia-Pacífico, el Mercosur se inclina por Europa. El bloque andino-mexicano prefiere mantenerse dentro de la línea institucional que enmarca el sistema neoliberal, mientras la intención “mercosureña” se desprende hacia tendencias más progresistas y autónomas, con proyectos encaminados hacia el desarrollo integral de sus países miembros.
 
Con tales discrepancias, es difícil vislumbrar un contexto convergente entre las partes; factor que no sólo afecta a las naciones en cuestión, sino al proceso de integración latinoamericana en general.

Un factor que empeora la situación es el hecho de que el Mercosur está pasando por un periodo de franco estancamiento, relacionado con la politización del bloque, el declive económico por el que atraviesan dos de sus miembros plenos (Argentina y Venezuela), la crisis política de la que débilmente se recupera Paraguay y la prioridad a la agenda nacional por encima de la regional, que a últimos tiempos ha dado el gobierno de brasileño.

El impacto de la Alianza del Pacifico en la integración regional


Los proyectos profundos de integración planteados por el bloque suramericano, siguen en el papel, sin vísperas a corto plazo de concreción, como lo es la principal intención de conformar un mercado común entre sus miembros. Esta realidad, le da fuerza a la Alianza del Pacífico para despertar el interés de economías externas y apostar por este proyecto, más que por el propio Mercosur, con su experiencia, años de negociación e intenciones de regionalización profunda.

Así como el Mercosur debe centrarse en poner en orden su situación de crisis interna y consolidar su integración profunda, la Alianza del Pacífico debiera iniciar de manera inmediata, a poner en marcha estrategias de acción para profundizar su proceso de integración, donde los países miembro se comprometan más allá de una mera zona de libre comercio. 
 
Esto daría mayor credibilidad a su propuesta y crearía un canal más factible de negociación con el Mercosur; para crear alianzas y proyectos de cooperación conjunta que impulsen la integración de América Latina.
 

 


[1] Bloque económico conformado por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Cuenta con proyectos muy ambiciosos de integración subregional, como lo es la propuesta de transitar del Mercosur a un megaproyecto como la Unión de Naciones del Sur (UNASUR). La intención central es integrar a las doce naciones que conforman el Cono Sur, construyendo una identidad y ciudadanía suramericanas.
 
Busca el desarrollo de un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, financiero, ambiental y en la infraestructura; así como la concertación y coordinación  política y diplomática de la región.  También abarca la integración  física, energética y de comunicaciones en  América  del Sur y la armonización de políticas de desarrollo rural y agroalimentario, además de la transferencia de tecnología y de cooperación horizontal en todos los ámbitos de la ciencia, educación y cultura.  (RPP; 2012)

¿Qué es la Alianza del Pacífico? La Alianza del Pacífico está conformada por Chile, Colombia, México y Perú, y es un mecanismo de integración económica y comercial, basado en cuatro pilares: libre movilidad de bienes, servicios, capitales y personas y un eje transversal de cooperación. Es una estrategia de integración innovadora y flexible, con metas claras, pragmáticas y coherentes con el modelo de desarrollo y la política exterior colombiana. Este mecanismo no busca hacer contrapeso a otras iniciativas regionales.

La Alianza del Pacífico (AP) fue establecida en abril de 2011 por Chile, Colombia, México y Perú, entró en vigor en julio de 2015 y su protocolo comercial inició el 1 de mayo de 2016.

¿Cuáles son sus objetivos?

  • Construir, de manera participativa y consensuada, un área de integración profunda para avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas;
  • Impulsar un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías de las Partes, con miras a lograr un mayor bienestar, la superación de la desigualdad socioeconómica y la inclusión social de sus habitantes; y
  • Convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial, y de proyección al mundo, con especial énfasis al Asia Pacífico.

¿Quiénes hacen parte?

Países Miembros (4): Colombia, Chile, México y Perú.

Estados Observadores (55):

Alianza del Pacifico

América (14): Argentina, Canadá, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Trinidad y Tobago, y Uruguay.
África (2): Egipto y Marruecos.
Asia (9): China, Corea (del Sur), Emiratos Árabes, India, Indonesia, Israel, Japón, Singapur y Tailandia.
Oceanía (2): Australia y Nueva Zelandia
Europa (28): Alemania, Austria, Bélgica, Bielorrusia, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Serbia, Suecia, Suiza, Turquía y Ucrania.

Estados Asociados (0): Actualmente la Alianza del Pacífico adelanta negociaciones con cuatro Estados Observadores candidatos a obtener la categoría de Estado Asociado: Australia, Canadá, Nueva Zelandia y Singapur. Corea y Ecuador han solicitado iniciar negociaciones para adquirir esta misma categoría.

¿Cómo funciona?

En la Alianza del Pacífico existen diferentes instancias decisorias.

Cumbres: reúnen a los presidentes de los Estados Miembros.

Consejo de Ministros: reúne a los ministros de Relaciones Exteriores y ministros de Comercio Exterior de los Estados partes, con el objetivo de verificar el cumplimiento de los Mandatos Presidenciales; define los lineamientos políticos de la Alianza del Pacífico en su relación con terceros Estados o esquemas de integración; establece los grupos de trabajo que considere adecuados para la consecución de los objetivos y la realización de las acciones de la Alianza, entre otros.

El Grupo de Alto Nivel (GAN): reúne a los Viceministros de Relaciones Exteriores y Viceministros de Comercio Exterior. Realiza el seguimiento periódico y detallado del cumplimiento de los compromisos de la Alianza, así como del trabajo de los Grupos Técnicos.

Coordinadores Nacionales: reúne a los coordinadores nacionales los países de la Alianza. Las funciones de esta instancia son las mismas a la del GAN.

Grupos técnicos: la AP cuenta con 29 grupos de trabajo, que se encargan de ejecutar los diferentes mandatos presidenciales, de los cuales el Grupo de Relacionamiento Externo (GRE), se ocupa de consolidar una agenda de trabajo con los Estados observadores, terceros Estados y otros foros regionales, haciendo énfasis en Asia-Pacífico.

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