Ante un renovado impulso en el sector servicios, México se mantuvo resistente en el primer trimestre del año, pues la actividad económica sorprendió al alza a los agentes económicos.
IMPULSO. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dará a conocer el dato preliminar del producto interno bruto (PIB) del primer trimestre de 2023, en donde el consenso del mercado mejoró su estimación y anticipa un crecimiento de la actividad económica del país de aproximadamente uno por ciento trimestral.
De acuerdo con Juan Alderete, director ejecutivo de análisis económico y estrategia financiera de mercados de Banorte, la economía de México creció 3.7 por ciento en el primer trimestre de 2023, respecto al mismo periodo de 2022, mayor al consenso del mercado, lo que implica una expansión de uno por ciento frente al trimestre previo, acelerándose respecto al último trimestre de 2022.
Destacamos varios motores de crecimiento, incluyendo los fundamentales del consumo sólidos, impulsando a los servicios; menores presiones en la inflación no subyacente y la continuación de esfuerzos relacionados al nearshoring(relocalización de empresas)”, comentó Alderete.
Sin embargo, al final del periodo se notó mayor incertidumbre en el frente externo. En este contexto, los servicios habrían liderado las ganancias en 1.4 por ciento trimestral (4.0 por ciento anual), con la industria también muy positiva en 0.8 por ciento (2.9 por ciento anual).
Las actividades primarias (agricultura y ganadería) cayeron 3.5 por ciento trimestral en el primer trimestre del presente año (1.9 por ciento anual). Considerando que enero ya es conocido –brindando un impulso al total trimestral– y utilizando la estimación para el indicador global de la actividad económica de febrero en 0.1 por ciento mensual, se torna la atención a marzo.
Revisión al alza
Para Gabriel Casillas, jefe de investigación económica de Latinoamérica de Barclays, México se mantiene resistente, lo que los llevó a aumentar su pronóstico de crecimiento para 2023 a 2 por ciento, desde el 1.7 por ciento anterior.
México comenzó el año con una base sólida, relató Casillas. Los datos disponibles han sido bastante optimistas, particularmente en el sector servicios, como en categorías duras, como el empleo, así como el preliminar del PIB. En el frente del mercado laboral, la tasa de desempleo se redujo a un nuevo mínimo histórico de 2.7 por ciento en febrero.
Crédito a empresas, en su mejor nivel desde mayo de 2020
Al cierre del primer bimestre de este año, el crédito que otorga la banca a empresas productivas del país se encuentra en su mejor nivel desde mayo de 2020 y cerca de superar su máximo histórico, al mismo tiempo que la falta de pago tiene una tendencia a la baja, indican cifras del Banco de México.
Según la reciente información presentada, al cierre de febrero el saldo de la cartera vigente de crédito destinada a negocios y personas físicas con actividad empresarial alcanzó 2 billones 924 mil 808 millones de pesos, 11.2 por ciento más en términos nominales con respecto a lo reportado en el mismo mes de 2022.
En términos reales, al descontar la inflación del periodo, el crecimiento fue de 3.3 por ciento, de acuerdo con especialistas de BBVA.
Cada mes la banca desembolsó 2 mil 486 millones de pesos en nuevos créditos o refinanciamiento a las empresas productivas del país.
A su vez, el saldo de la cartera vencida hasta febrero alcanzó 60 mil 177 millones de pesos, lo que significó 18 por ciento menos si se compara con los 73 mil 390 millones reportados en el mismo periodo del año anterior.
Según los expertos, el crédito empresarial durante el segundo mes de 2023 registró una dinámica heterogénea, con sectores como el de generación, transmisión, distribución y comercialización de electricidad, agua y gas natural que crecieron 172.8 por ciento en términos reales, mientras la construcción ha regresado a terreno positivo en términos reales anuales, con un avance de 0.2 por ciento.
Por su parte, tanto en el sector agropecuario como el manufacturero los saldos reales registraron una desaceleración, con tasas de crecimiento de 1.1 y 2.1 por ciento, cuando el mes inmediato anterior el avance era de 2.3 y 4.7 por ciento, respectivamente.
Para las actividades terciarias el dinamismo del financiamiento al sector comercio, el cual creció 5.3 por ciento real anual en febrero, compensó las desaceleraciones en sectores como los servicios inmobiliarios, los profesionales y la contracción de los saldos reales de la hotelería.
En cuanto a la recuperación observada de los saldos respecto a sus niveles previos a la pandemia, los saldos reales del crédito a empresas son aún 7.8 por ciento menores a los registrados en febrero de 2020
, explicó BBVA.
Detalló que por tipo de actividad el sector primario presenta una reducción de 3.7 por ciento respecto al periodo de referencia, misma que se observa en la mayor parte de las actividades secundarias, con los saldos reales de la minería contrayéndose 42.3 por ciento, mientras las manufacturas y la construcción registran 10.8 y 9.2 por ciento menos a los de febrero de 2020.