La deuda pública de México: pesada carga que crece

La deuda publica de Mexico

Bajo las políticas públicas actuales, la deuda pública del país podría llegar a niveles de 69 por ciento del PIB hacia el año 2030

La deuda pública de México: pesada carga que crece. El sistema fiscal del país ya es insostenible y las consecuencias no sólo las pagamos hoy. Lo más riesgoso e injusto es que las siguientes generaciones de mexicanos van a pagar las consecuencias de lo que se ha hecho mal a lo largo de todos estos años.

Es probable que las siguientes generaciones nazcan endeudadas; los ciudadanos mexicanos del futuro seguramente ya tendrán compromisos financieros por pagar al momento de su nacimiento, sin que ellos hayan utilizado un sólo centavo. De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), existe un concepto que se menciona poco, pero que es fundamental para el presente y futuro del país.

La cuenta generacional es donde se captura el efecto de las políticas públicas sobre las generaciones presentes y futuras. En ella, por ejemplo, se reflejarán tarde o temprano factores como la brecha fiscal generada por el desequilibrio entre ingresos y gastos públicos, ya que por lo general los gobiernos en el país gastan por arriba de su capacidad recaudatoria.

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La deuda pública de México. Según el análisis del organismo, bajo las políticas públicas actuales, la deuda pública del país podría llegar a niveles de 69 por ciento del PIB hacia el año 2030. Hay una evidencia clara: hasta el momento, el gobierno ha gastado por arriba de su capacidad recaudatoria, lo que genera desequilibrios fiscales. Aunque no es una tendencia de la administración actual, sino algo recurrente a lo largo de los años.

Estos desequilibrios han generado un gran problema de viabilidad en el sistema fiscal actual, el CIEP señala que la gran lección es que se requiere un nuevo sistema fiscal en el país, con perspectiva intergeneracional, algo que va incluso más allá de una reforma hacendaria, un cambio total. Muchas son las evidencias y poco el tiempo.

Bono fiscal, cerca de su final

El CIEP señala que, dada la transición demográfica en el país, (advierte que la base de la pirámide ya se modificó ya que en el censo de 2020 por primera vez en la historia hay más niños de 5 a 9 años que de 0 a 4 años), más otros aspectos como los patrones sistémicos del ciclo de vida fiscal en México, las aportaciones netas llegarían a un nivel máximo en 2029.

¿Qué son las aportaciones netas?, el CIEP las define como los impuestos pagados (laborales, consumo, de capital), menos gasto público recibido (salud, pensiones, educación, infraestructura). Después de 2029, es decir al término de la presente década, el potencial recaudatorio de México entraría en desaceleración y entonces los gastos comenzarán a crecer a tasas superiores que las registradas por los ingresos. En otras palabras, el bono fiscal del país se habrá agotado.

El agotamiento y eventual finalización del bono fiscal supondrá graves problemas para México; pero esto puede cambiar, aún hay tiempo, dicen los especialistas del CIEP, pero deben tomarse acciones inmediatas porque el costo de no hacer nada hoy es condenar a las futuras generaciones a nacer y vivir endeudadas.
Los retos

La deuda pública de México: pesada carga que crece. De acuerdo con el CIEP, en el futuro existen retos como el tema de las pensiones y de salud, los gastos del país en estos dos grandes rubros deben encontrar una forma de ser correctamente financiados. Adicionalmente, mantener el endeudamiento como herramienta para financiar las brechas fiscales podría provocar que en el mediano-largo plazo el costo de la deuda podría volverse explosivo.

La deuda pública de México. En este asunto, el de la deuda, no debemos olvidar que en el corto plazo hay factores inherentes a las condiciones económicas que podrían aumentar el endeudamiento, tales como las tasas de interés, el tipo de cambio y el propio crecimiento del PIB.

Cualquier desajuste en estas condiciones modifican los escenarios y costos para el país, ya de por sí México paga una tasa muy alta por su deuda considerando las condiciones actuales de los mercados, aproximadamente un 5.7 por ciento.

Por Antonio Sandoval

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