Por: Yvette Hesse
¿Por qué se formó un Frente por la Comunicación Democrática? En principio para estimular el debate sobre la Iniciativa de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión enviada por el Presidente de la República el pasado 2 de abril pues resultó que, ni más ni menos, presenta sesgos regulatorios que significarían regresar a un férreo control gubernamental. Los puntos que nos afectan a todos los mexicanos son muy amplios, sin embargo, rescataré unos cuantos:
1. Atenta en varias disposiciones contra derechos fundamentales de libertad de expresión, libertad de información, acceso a las tecnologías de la información y comunicación, privacidad de las comunicaciones y libertad de asociación. Eso de que accedamos libremente a Internet y claro, al uso de redes sociales, podría restringirse por “órdenes de arriba”. Vaya, si en determinado momento, al gobierno le parece que es necesario censurar, ¡tendría toda la facultad legal para hacerlo! Grandes cambios se han logrado en este mundo comunicado como para permitirlo, recordemos por ejemplo, la llamada Primavera Árabe que quizá no hubiera surgido con tal fuerza, ni difundido ampliamente como sucedió, si no es gracias a las redes sociales. Me parece que en la Edad Media se estarían muriendo de risa con la simple intención de censurarnos.
2. La iniciativa presidencial no promueve una competencia efectiva en los servicios de radiodifusión. Deja intocado el duopolio de la Televisión abierta y, pequeño detalle, le permite a Televisa seguir concentrando la Televisión de Paga.
3. No desarrolla mecanismos efectivos ni precisos para limitar la concentración de frecuencias, ni las concesiones. Que todo cambie para que todo siga igual…
4. De manera por demás extraña, pretende invadir facultades del Instituto Federal de Telecomunicaciones que la Constitución le otorgó de manera exclusiva, como órgano autónomo encargado de otorgar las concesiones y responsable de la vigilancia de la transmisión de contenidos.
5. Ignora por completo los lineamientos establecidos en la reforma constitucional para impulsar un sistema de medios públicos democrático, con independencia editorial y opciones de financiamiento. Para nadie es un secreto que en los medios públicos y de uso social se encuentra el verdadero equilibrio y contrapeso al modelo mercantilista de la radiodifusión.
6. Invade esferas de la materia electoral y modifica aspectos del modelo de comunicación política y, faltaba más, pospone la transición a la Televisión Digital Terrestre indispensable para la competencia y la pluralidad de la información.
O sea, en palabras de nosotros comunes mortales, sería volver a un pasado que nadie en estos tiempos, quiere de nuevo; por ello se formó un Frente Ciudadano. Ya muchos han pronunciado públicamente el rechazo a la iniciativa de Ley, ahora es el turno de Diputados y Senadores para desechar tan insólita y retrógrada intención.