Mujeres que rechazan el sexo

 

Existen algunas mujeres que sienten un gran rechazo al sexo, el cual es originado por la educación y experiencias sexuales de su infancia y adolescencia.

Aunque en otros casos se debe a las malas experiencias vividas con su pareja formal. En ciertas épocas de la vida, como es la menopausia, también se rechazan las relaciones sexuales por efecto de la alteración hormonal, sobre todo de la testosterona, pero en estos casos, la mujer sí tiene deseos sexuales previamente y con el tratamiento adecuado suele desaparecer la negativa al sexo. En las situaciones en las que la mujer ha manifestado rechazo al sexo, a pesar de haber tenido hijos y estar casada, su historia infantil es determinante para comprender las razones de su oposición.
Las mujeres que rechazan el sexo no pudieron ver muestras de afecto amoroso entre sus padres, siempre la vieron triste o enojada y a su padre distante y poco amoroso con su madre y con ellas mismas.
Por lo general las mujeres que rechazan el sexo no recibieron información adecuada sobre su cuerpo, sus sensaciones y deseos sexuales, mucho menos sobre la sexualidad masculina, de tal manera que llegan a la adolescencia y a la adultez en la ignorancia y el miedo sexuales.
Esto provoca que en muchos matrimonios, el hombre se sienta rechazado y salga a buscar otro tipo de mujeres que no se muestren reacias al sexo, con los consecuentes problemas de celos e infidelidades. Sin embargo, algunas de estas mujeres llegan a decirles a sus maridos que las dejen en paz y que se busquen otras mujeres, sin por ello dejarlos. Ellas valoran el matrimonio y a los hijos, pero no les gusta ser asediadas sexualmente por sus esposos, ya que no disfrutan en lo más mínimo de las relaciones.

En algunos casos de rechazo al sexo, existió abuso en la infancia, lo cual marca negativamente a la persona y si no pudo elaborar adecuadamente la mala experiencia, ésta le impedirá disfrutar de la sexualidad.

En estos casos, las mujeres no sienten ningún deseo, pues las experiencias son malas y frustrantes y con el paso del tiempo prefieren anular sus deseos, pues las constantes frustraciones las decepcionan. Rechazan el sexo porque no les satisface, como sucede con las parejas de eyaculadores precoces, que cansadas de tener esos contactos fugaces y sin disfrute, prefieren darse la vuelta y dormirse, rechazando esas manifestaciones truncas, que sólo les genera malos ratos y tragos amargos.
Pero no toda la culpa es de los hombres, existen parejas en las que ellos son amables, amorosos y preocupados por el bienestar de ellas, pero no pueden luchar contra la historia de represiones, prejuicios, inhibiciones y experiencias negativas que su mujer vivió en su infancia y adolescencia, razón por la que se hace necesaria una terapia de pareja que les ayude a modificar sus patrones de conducta sexual y que ellas aprendan a experimentar la sexualidad de manera placentera, sin miedos, sin inhibiciones y sin culpas.
Las causas porque la mujer rechaza el sexo, son factores psicológicos, aunque también el dolor físico puede causar odio y evasión de la práctica sexual.
Estas son las principales:
* Traumas sexuales como violación, incesto, o abuso sexual
* Ambiente familiar represivo
* Estilo de crianza restrictivo hacia el sexo
* Actitudes sexuales negativas
* Creencias erróneas sobre el sexo
* Imágenes aterradoras sobre sexo
* Sentimientos de culpa, depresión, preocupación, o incertidumbre
* Conflictos con la pareja
*Algunas mujeres rechazan el sexo porque tienen miedo a quedar embarazadas, otras hacen lo propio porque creen que si sienten deseo sexual, serán incapaces de controlarse. En resumen, tienen miedo a perder el control, temen volverse inmorales, ser tachadas de fáciles, por lo que evitan cualquier estímulo sexual.
Por lo general las mujeres que rechazan el sexo viven amargadas, frustradas, enojadas, deprimidas y son exigentes con la limpieza, el orden y el control. Algunas suelen ser muy trabajadoras y eficientes en lo que realizan, pero la represión de su sexualidad les dificulta disfrutar de las demás cosas de la vida.
Cuando estas mujeres se deciden a buscar ayuda profesional y dejan de rechazar el sexo, descubren que han estado viviendo en el error, logrando romper con esas inhibiciones, represiones, prejuicios y aprenden a disfrutar de su sexualidad en beneficio de su vida personal y conyugal.