Juan Pablo Castañón
No puede inclinarse la balanza en favor del candidato que gaste más en imagen y que a la hora de gobernar no cumpla con su palabra empeñada
Al hacer el balance de 2014, podemos estar convencidos de que es el momento de trabajar todos juntos y cada quien en lo que nos corresponde. Los hechos de violencia, de sufrimiento, de frustración que hemos vivido en los últimos meses, que nos han cimbrado, y nos hemos solidarizado con todas las familias que han sufrido las consecuencias de la inseguridad y la violencia, nos deben motivar a tener un proyecto de Nación de unidad. No es momento para que estemos desunidos; no es momento de la polarización, es momento de unidad de la Nación, haciendo cada quien lo que nos corresponde.
Y en este momento histórico, es en los partidos políticos en los que recae la oportunidad de evolucionar en la democracia, para responder efectivamente y de una manera más rápida a estos desafíos, sin enfrentamientos ni rupturas traumáticas que nos lleven a retrocesos, que ya hemos vivido en el pasado y nos han causado dolor como Nación.
Necesitamos sabiduría y prudencia para fortalecer la unidad nacional, para seguir construyendo al mismo tiempo el Estado Mexicano que todos queremos.
Este inicio de año, en el que arrancan formalmente las precampañas electorales para la renovación de nuestra Cámara de Diputados, de 17 Congresos Estatales, de los ejecutivos en 9 estados de la República, los partidos tienen la responsabilidad de seleccionar a las mejores mujeres y hombres que puedan ayudar a fortalecer todas nuestras instituciones, desde los municipios hasta nuestra Cámara de Diputados Federal.
La popularidad y el hecho de querer ganar una elección no pueden regir los criterios de selección de los distintos candidatos. La sociedad hoy demanda de políticos que estén aptos para cumplir con su función. Ni tampoco puede inclinarse la balanza en las campañas, en favor del candidato que gaste más en imagen, y que a la hora de gobernar no cumpla con su palabra empeñada.
La sociedad demanda una evolución del sistema político mexicano para que quienes busquen cargos de elección popular hagan uso de los recursos públicos en beneficio de todos, y que se muestren de una manera transparente y con rendición de cuentas periódicamente, en el ejercicio de sus cargos.
Desde esta tribuna reiteramos nuestro llamado a los partidos políticos para que la selección de sus precandidatos y después de sus propios candidatos, sean personas honorables. No solamente en su historia, sino en el futuro. Se necesitan candidatos dispuestos a hacer pública su declaración patrimonial y fiscal, dispuestos también a privilegiar el bien de todos, el bien común. Que nos hagan sentir orgullosos a los ciudadanos de tener nuestros representantes comprometidos con la transparencia y la rendición de cuentas.
Necesitamos que los partidos metan las manos al fuego por sus candidatos, no sólo por su historial; que los hagan pasar por las aduanas de la transparencia y se comprometan en su futuro para que no se repitan casos como los que hemos vivido el año pasado.
Para enfrentar con mayor entereza los riesgos externos e internos que nos impiden crecer, se necesita que los nuevos representantes populares realmente trabajen en su gestión completa, dando seguimiento y cumplimiento cabal a los compromisos ante los votantes y a la ciudadanía en general. Queremos gobernantes de seis años completos en el caso de los gobernadores, y de tres por lo menos en el caso de diputados y alcaldes, con una gestión de cara a la sociedad, transparente y comprometida.
Este es momento para dar una gran transformación a nuestro sistema político, para construir el México del siglo XXI. Este es el momento de vincular sociedad y gobierno y representantes populares, para construir una Nación que políticamente avance en indicadores de democracia, en indicadores de crecimiento, de combate a la corrupción y a la desigualdad, a la falta de justicia, y al atraso y la falta de desarrollo de algunas de nuestras regiones. Este es el momento de trabajar juntos, cada quien en lo que nos corresponde, en combatir los obstáculos que nos impiden alcanzar plenamente nuestro potencial de crecimiento.
Por nuestra parte, como empresarios y como miembros de la sociedad, estaremos proponiendo y vigilantes de que se preserve la estabilidad de las variables económicas y que no se eleve el déficit público, para que tengamos condiciones de prosperidad.
En Coparmex, seguiremos en nuestro espíritu de diálogo con propuesta, trabajando específicamente en los temas que creemos que son factores fundamentales para la Nación: trabajando en la educación, trabajando en la prosperidad, trabajando en la pequeña y mediana empresa como factores de creación de empleo.
Requerimos de política pública para crear incentivos fiscales y financieros, para que las empresas puedan invertir y reinventir, para innovar y ser más competitivas.
Desde la sociedad, en cada uno de nuestros Centros Empresariales, nuestras Federaciones y Representaciones, aportaremos nuestro esfuerzo.
Que todos cuenten con nuestra voz. En Coparmex seguiremos exigiendo y proponiendo a todos los actores para que respondamos todos juntos a las demandas que hoy México tiene; a las demandas de la sociedad: para que nuestro sistema político evolucione y nos permita a todos juntos un desarrollo más igualitario.
Desde nuestras trincheras, desde la empresa, trabajadores y empresarios, como parte de la sociedad, seguiremos trabajando con la esperanza y la seguridad que lograremos este México al que todos aspiramos: un México de paz, de libertad, de democracia. Un México de prosperidad, un México de igualdad, un México de justicia.