La historia como unidad de medida de nuestro paso por el tiempo se escribe de manera permanente por la civilización de determinada era. Lo que ha caracterizado nuestro tiempo es que ahora se registra por muchos más actores y es accesible de manera global e instantánea por una sociedad del conocimiento que corre el riesgo de perderse en lo infinito de la información que somos capaces de generar.
Sólo basta mirar la cantidad de datos, imágenes, vídeos que los seres humanos producimos en un año para vislumbrar el océano de datos de donde hay que hallar las principales corrientes que dan cause y ritmo al planeta. Por ello, ante la imposibilidad de resumir en pocos caracteres todo lo acontecido en el último año destacaré aquello que considero ocurrió en él como el inicio de la biografía del 2016.
El 2015 fue un año que mantuvo como tópico número uno como desde el principio del milenio, la lucha occidental contra el terrorismo que mutó de punta de lanza como Al Qaeda al nombre de ISIS (Islamic State of Northern Iraq and Siria) en un proceso que llevó varios años de incubación en un territorio, reorganización de fuerzas, liderazgos y financiamiento, por eso se denomina Estado.
A diferencia del 9/11 la gota que derramó el vaso de agua sucedió en territorio europeo, París a finales del año. Otros de los temas que trascienden la frontera de la temporalidad anual, sin lugar a dudas fueron: la crisis migratoria en Siria, que sigue generando imágenes dantescas sobre el sufrimiento de sus ciudadanos por tener un futuro para su siguiente generación; la economía y sus retos que generaron debates como el de la viabilidad de mantener la Unión Europea dados los bajos niveles de desempeño macro y microeconómicos de algunos de sus miembros; la estrepitosa caída de los precios del petróleo (que muy probablemente mantengan su bajo nivel sobre todo después de los acuerdos de la COP 21 en París que generarán una mayor reducción en el uso de combustibles fósiles que obligará a la tecnología y a la economía a seguir su migración al cada vez más necesario uso de energías limpias).
Canadá estrena Premier en la fresca y destacada figura de Justin Trudeau cuyo perfil seguramente llevará a su país a un sitio de mayor dinamismo en las relaciones internacionales y para México ofrece ser una nueva etapa de cercanía, que será necesaria ante al surgimiento de una personaje incómodo evidentemente protagonista en Estados Unidos, lo que nos lleva al seguimiento especial que han tenido las precampañas presidenciales rumbo a la elección de 2016 en la Unión Americana donde han existido dos momentos, el primero fue el lanzamiento formal de la campaña de Hillary Clinton lo que la colocó por unas pocas semanas en el top of mind estadounidense hasta que llegó el segundo momento que ha sido la estridente y poco amistosa campaña hacia América Latina del precandidato republicano Donald Trump.
Temas tan diversos como la creciente violencia, el racismo, la seguridad nacional, el terrorismo, la crisis migratoria, las relaciones con las potencias como Rusia y China, Medio Oriente, la economía, irán subiendo la temperatura del barómetro político estadounidense conforme avanza este año. La economía americana tiene importantes señales de recuperación como la regeneración de empleos y el positivo desempeño del consumidor lo que deberá tener dividendos electorales para los demócratas aunado a que, de surgir candidato Trump, su vida vertiginosa no está exenta de errores o vicios, sin demeritar sus ocurrencias que mermarán su imagen ante el electorado serio en el desarrollo de campaña que se tornará muy cerrada al formalizarse los candidatos de ambos lados de la arena política del vecino país.
En América Latina, Brasil desde la ventana de Río de Janeiro será nuevamente centro de atención mundial con la realización de los Juegos Olímpicos 2016 y la oposición del actual régimen utilizará la vitrina para seguir exponiendo las diversas fallas de su sistema político como sucedió con el mundial de fútbol en ese país hace dos años. 2015 trajo el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y 2016 será un año de siembra hacia un futuro de mayor interacción que aún tiene mucho por construirse y que para alcanzar la plena interacción deberá llegar al poder legislativo estadounidense.
Venezuela, cuyo escenario de violencia social e inseguridad, la falta de productividad, la elevada corrupción, ha sembrado la semilla del agotamiento del modelo Chavista y desde el congreso nacional se perciben interesantes luchas en este año. Por su parte, México en este 2016 tiene profundos retos por la estabilidad financiera, cambiaria, de desarrollo humano y sobre todo la generación de alternativas creativas que nos brinden nuevos caminos ante el ocaso de la economía del petróleo.
India, China, Brasil, Rusia, Sudáfrica con sus vastos mercados, recursos naturales, tienen mucho que decir en la biografía de este 2016; Asia con su desarrollo tecnológico y económico son los gigantes cuyas antiguas civilizaciones reclaman con desarrollo e innovación su lugar protagonista en el posmoderno orden mundial.
Sin importar la región, cultura, nivel de desarrollo económico, todos los seres humanos nos encontramos ante el reto de trabajar en contener la vorágine dando sustentabilidad y equilibrio al infinito consumo que caracteriza nuestras civilización (lo cual en términos económicos conviene poco pero que es necesario porque nuestro planeta tiene un límite) para poder mantener la búsqueda por el acceso a oportunidades de los 5 mil millones de personas que no participan en ciclos económicos o de inclusión y hoy parecen no tener futuro. Sin duda, 2016 es un año que tiene mucho que abonar a la construcción de nuestro mundo, haz que tu historia sume a uno mejor.