Por Yvette Hesse
Cambio de horario ¿a quién conviene?
¿A quién afecta, a quién beneficia? Si nos basamos en el principio del bien de las mayorías, desde hace años, muchos años, tendríamos un horario diferente en Quintana Roo. Pero, si el principio se enfila a la visión de las minorías, se entiende entonces porqué en temporada invernal, anochece a las cinco de la tarde en un destino turístico! ¿Inverosímil? Sí, claro, pero sabemos que así sucede. Y… ¿por qué tanta polémica? A primera, vista, de verdad resulta inexplicable pues como bien lo ha detallado la Mtra. Cristina Alcayaga: con la derrama de más de 7mil millones de dólares que generan los más de 83mil cuartos hoteleros en la zona norte, ya es más que tiempo de discutir y promover en serio que el enfoque sea realmente imparcial respecto al uso horario; es decir, marginar y desechar las posiciones de opinitis y analizar los datos duros, los argumentos.
Dado que la reticencia se manifiesta intensamente en algunas áreas de la Zona Sur del Estado, se podría considerar también una propuesta viable que se ha impulsado: que la Zona Norte –cuyos habitantes son el 72% de la población) y la Zona Sur tengan horarios diferentes y así, no afectar creencias, susceptibilidades o convicciones. Veamos: de 1,396,747 habitantes en Q. Roo, únicamente 396 mil viven en la zona sur y el resto en la zona norte. Las matemáticas son tremendas: con 86 mil 588 cuartos de hotel, sólo 3 mil 122 pertenecen a la zona sur y 83 mil 476 al norte y de más de 13 millones de visitantes, únicamente 550 mil provienen de la frontera con Belice. En cuanto a los cruceros; se reciben más de mil, de los cuales solo el 8% llega a Mahahual con 392 mil pasajeros en tanto que Cozumel recibe el 92% equivalente a 2 millones 700 mil pasajeros.
El asunto no empieza de cero, no es nada nuevo. Hay antecedentes legislativos que son relevantes: en abril de 2012, el Senado de la República aprobó por mayoría la iniciativa con proyecto de decreto que reforma la Ley del Sistema de Horario en los Estados Unidos Mexicanos, con el objetivo de crear la Zona Horaria Sureste; luego se turnó a la Cámara de Diputados para su discusión y trámite. Entre las consideraciones y estudios que realizó previamente ese cuerpo legislativo destacó como ventajas de establecer una zona horaria en el Sureste: obtener una mayor competitividad respecto a otros destinos del Caribe, como son, Puerto Rico, Bahamas, Jamaica y Cuba, y otros 5 países caribeños; un país centroamericano y tres países sudamericanos. Menores tiempos de interconexión por manejo del mismo horario con 8 aeropuertos de Canadá y 22 en los Estados Unidos, mismo que se encuentran ubicados en la zona horaria propuesta.
Respecto al consumo de energía por cambiar del huso, con datos de la CFE y de la Secretaría de Energía, se revisaron las curvas de demanda diaria promedio mensual, así como los meses de mayor duración del día, obteniendo una estimación de ahorro de energía de entre 21,285 MWh y 23,454 MWh. O sea, en palabras de nosotros comunes mortales, no tendríamos que prender la luz desde las 5 de la tarde y lógicamente, gastaríamos menos electricidad, digo, si esto no es también razón suficiente, ya ni cómo ayudarnos!
¿Dónde está atorado el asunto? Falta avanzar en el proceso legislativo respecto de la iniciativa de reforma, que se turne para dictamen ante la Comisión de Energía y luego listarla para su votación y su aprobación; ello podría suceder todavía si en el segundo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados de la LXII legislatura, le dan prioridad. Es importante destacar: no se trata para nada de dividir o polemizar entre zona norte y zona sur, se trata de que en Cancún, Solidaridad, Cozumel, Holbox e Isla Mujeres, ya no tendríamos que ver el anochecer a las 5:00 en el periodo de octubre marzo. No es poca cosa!
Lic. Yvette Hesse E.
Dirección Gral. Grupo Editorial Kankún