¿Dónde cabe la competitividad?
MARIO RENDON. La competitividad del sur no es un asunto que tenga que ver sólo con la cantidad, es fundamentalmente, un proceso de cualidad en el cual la excelencia de la calidad, la cultura empresarial, las alianzas estratégicas, y la visión innovadora constituyen, hoy por hoy, los retos que se deben abordar.
Chetumal va más allá de ser solo la capital política al albergar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El desarrollo de las zonas aledañas y del mismo municipio ha requerido la participación activa tanto de la autoridad como de la iniciativa privada. ¿Cuál es la perspectiva de uno de los más influyentes empresarias de la zona sur del Estado de Quintana Roo?
“En la agenda de los asuntos torales del Estado, hay un tema que representa una condición sine qua non se alcanza a cabalidad un desarrollo sostenible y sustentable. Esta es la competitividad. Este concepto, engloba en sí mismo, una serie de elementos que deberán vincularse para su concreción, la cual, por demás, no es un fin último. Por el contrario, es una imagen objetivo toda vez que su esencia radica en la vigencia.
Para el también presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Quintana Roo, desde la perspectiva de los vertiginosos cambios y avances del mundo moderno en todas las actividades humanas, la vigencia significa mantener, de manera permanente, un posicionamiento tal, que responda satisfactoriamente a los requerimientos y demandas de determinados usuarios.
“Ante la imposibilidad de establecer mecanismos genéricos para acceder a cierto nivel de competitividad, es menester establecer un esquema de planeación estratégica que por un lado, dimensione el modelo de desarrollo que se pretende, y por otro, puntualice los alcances del mismo en un marco regional.
El reto ineludible consiste en eliminar los contrastes, las contradicciones y el desequilibrio entre las tres regiones del Estado, buscando la complementariedad y el fortalecimiento interregional, y al propio tiempo potenciar los factores de competitividad de cada región y microrregión”.
Para la región de la Frontera Sur, de acuerdo a la propia definición que plasma el Plan Estatal de Desarrollo 2005 – 2011, el reto particular es elevar los índices de competitividad.
“Es innegable que el sur ha tenido crecimiento económico, ciertamente no con la celeridad y el porcentaje que permita avances significativos para la población en su conjunto, pero, sin lugar a dudas, se ha logrado en el sur una visión más precisa del modelo de desarrollo que se debe impulsar, el cual está basado en tres vertientes: eficientar la diversificación de actividades productivas, detonar el potencial turístico, y profundizar en una cultura empresarial.
Mario Rendón está seguro de que un elemento importante que ha permitido el establecimiento de estas condiciones de avance, ha consistido en la sinergia entre el sector productivo y el sector público. No es reciente que el medio empresarial ha evolucionado en el fondo y forma de su participación en la toma de decisiones.
“Con apego y respeto al estado de derecho y a las atribuciones que le corresponden a la autoridad en sus diferentes órdenes de gobierno, el sector empresarial ha sido firme, con profesionalismo y una actitud abierta y propositiva, en la exposición del papel y visión que a los empresarios les corresponde desempeñar.
A su vez, el sector público ha asumido su función de promoción y facilitador, abriendo espacios de intervención directa y esencial a los organismos empresariales. En esta tesitura, los dos ámbitos de competencia se han complementado y asumen de forma corresponsable la dirección y conducción de las tareas que redunden en beneficio de la sociedad”.
En este sentido, la convicción del sector empresarial organizado es ir más allá del crecimiento económico, la mira está puesta en el impulso de los factores que privilegien la competitividad de esta región. Existen en el sur los insumos y las condiciones para alcanzar el objetivo propuesto.
“La imagen urbana es más consistente, crece la infraestructura de servicios turísticos, particularmente la disponibilidad de cuartos de hotel, la oferta de bienes y servicios es mayor en diversidad y calidad, lo que redunda en un beneficio directo para la población. De igual manera, la preservación de los recursos naturales y de las tradiciones culturales va ocupando un lugar relevante en la conciencia ciudadana, y se tiene mayor certidumbre en mantener como un valor preponderante la calidad de vida”.
Dicho de otra manera, el líder empresarial está convencido de que el sur ha dejado de ser un recurso potencial inexplorado para convertirse en opciones tangibles de oportunidades pues la competitividad del sur no es un asunto que tenga que ver sólo con la cantidad, “es fundamentalmente, un proceso de cualidad, en el que la excelencia de la calidad, la cultura empresarial, las alianzas estratégicas, y la visión innovadora constituyen, hoy por hoy, los retos que se deben abordar.
Mario Rendón -activo participante en la sociedad Chetumaleña-, no tiene duda cuando afirma que “la definición de instrumentos y herramientas institucionales, viables y adecuadas, orientadas a tales propósitos, sumados a una renovada iniciativa del sector productivo, son sin duda, el vehículo que deberá sostener el repunte del sur en ese proceso interminable de ser competitivos”.
