Editorial Diciembre 2010 – Enero 2011

Tal vez por fin e inicio de año, necesitamos buenas noticias. La percepción de que México se está hundiendo -y nosotros con él- ha permeado tanto entre buena parte de la población, que olvidamos poner en perspectiva las cifras que diariamente leemos sobre ejecutados, levantados y secuestrados. No quiere decir que debamos esconder la realidad, ni que guardemos los periódicos bajo la mesa pero, en un país con más de 110 millones de habitantes, sería bueno reflexionar la proporción de delitos diarios para lograr una equilibrado balance; también es necesario comparar con respecto a otros países y así quizá vislumbrar otro panorama, el del crecimiento económico, el del emprendimiento, el de todos aquéllos que nos levantamos diariamente para generar empleo, para aportar, para acrecentar el Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país.
A pesar de que muchos sentimos que 2010 fue un año difícil en los negocios (grandes y chicos), de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el crecimiento económico de México fue de un 5%. La recuperación se debió al efecto del empuje de las exportaciones, aunque, justo por ello, sigue siendo un motivo de riesgo pues, muchas de dichas exportaciones tienen como destino Estados Unidos, país que bueno, entre que se recupera y se tambalea. Depender de las exportaciones y de promociones turísticas solo hacia nuestro vecino del norte puede afectar el crecimiento de México.
La OCDE advierte que aunque la demanda interna debería fortalecerse a lo largo de 2011 y 2012, no será suficiente para compensar el menor crecimiento de las exportaciones; según el informe, la economía mexicana volverá a crecer por encima del 4% al coincidir con el despegue de la demanda interna y la recuperación de las exportaciones debido al mayor vigor que se espera del comercio mundial.
¿Qué conclusiones preliminares podemos obtener con estos datos? Tal vez que en el emprendimiento, deba estar con mayor vigor la práctica de la diversificación, es decir, que Estados Unidos no sea nuestro casi único mercado, ampliar el horizonte hacia América Latina y hacia Europa. Un excelente ejemplo de éxito llevado de la teoría a la práctica, es precisamente nuestra invitada de Portada, cuya empresa vislumbró que el nicho británico tenía mucho que ofrecer y…. con audacia e innovación, penetró de lleno al mercado Inglés, tan así que se ha ganado el reconocimiento de prestigiadas organizaciones internacionales. La percepción de que México está estancado puede calibrarse desde cualquier perspectiva, qué mejor que la de empresarias exitosas que con su ejemplo nos muestran que México es más que solo delitos. Disfrute el compartir las experiencias de mujeres productivas en nuestras páginas!
 

Yvette Hesse E.

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