Familias reconstituidas: los tuyos, los míos y los nuestros

familias reconstituidas

Familias reconstituidas. “Este es el bueno”, “la tercera es la vencida”, “no hay quinto malo”, “ya aprendí”, “ya me tocaba”; éstas y otras creencias nos animan a una nueva relación de pareja, como Dennis Quaid y Rene Russo en la película titulada “Los tuyos, los míos y los nuestros” entramos muy animados a una nueva experiencia que muchas de las veces no tiene el final feliz de Hollywood.

Este tipo de familia puede considerarse un tema moderno, a pesar de ser un modelo familiar que ha existido siempre, y que se ha ido incrementando. En la actualidad, muchas más personas viven adaptadas a características distintas a las familias convencionales y que hay que tomar en cuenta no solo en el impacto que podría tener para los negocios, sino, para propiciar el bienestar de todos miembros y la permanencia en el sistema.

Familias reconstituidas. Con la existencia de al menos un hijo de una relación anterior de cualquiera de los cónyuges (casados o no, reconocidos o no) ya es una familia reconstituida. Su punto de partida es la pérdida y como consecuencia el dolor, que muchas veces no se ha sanado. La formación de la nueva familia comienza con la ruptura de una relación anterior, ya sea por divorcio, separación o muerte.

El riesgo es que la historia se repita pero, con más complicaciones que la anterior, ya que en esta nueva oportunidad, no solo son el hombre y la mujer y sus propios sistemas familiares los que se unen, sino que los miembros de las familias nucleares anteriores también, generando con esto más tensión en la nueva familia.

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Situaciones que provocan dificultades, conflictos y problemas.

  • Desorden y caos dentro de la familia, debido a la confusión de lugares y roles.
  • Exclusión de progenitores biológicos, o de hijos biológicos no reconocidos.
  • Duelos no concluidos. Los duelos (bien vividos) duran de 1 a 2 años. El duelo por divorcio dura más que el de por muerte.
  • Pendientes con parejas anteriores. Cuando se viene de un divorcio destructivo o una mala separación, la culpa, el resentimiento, el coraje están presentes y así se quedan atados.
  • Cuando uno de los cónyuges siente que es mejor que su antecesor, no lo respeta, siente celos, trata de excluirlo, de despojarlo, los hijos de este le harán imposible la vida a la nueva pareja.
  • Parejas establecidas después de haber vivido en triángulo es decir que provienen de una infidelidad les costará establecer la confianza mutua.
  • Pérdida de límites sexuales.
  • conflictos económicos.
  • Riesgo de muerte y enfermedad de alguno de los miembros; esto como alternativas de solución a los conflictos no resueltos.

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Familias reconstituidas. Cada miembro tiene que estar en su lugar correcto. Reconociendo el lugar que ocupan los anteriores. La pareja actual tiene prioridad ante la pareja anterior. Una segunda relación únicamente es posible si el primer vínculo es reconocido, si los progenitores biológicos tienen su buen lugar, los hijos quedan tranquilos y los nuevos cónyuges quedan mas libres para vivir su relación.

De las relaciones íntimas con parejas anteriores no se habla, ya que con esto se traiciona al compañero anterior y se entorpece la nueva relación, pues se siembra la desconfianza.

Los padres no tienen por qué contarle a los hijos los motivos íntimos de la separación, menos aún sus problemas con el compañero actual, hay hijos que se enferman por haber sido los “confidentes” de los padres.

Cuando uno de los cónyuges durante el matrimonio, tiene un hijo con otra pareja, por regla general el matrimonio se acaba (aunque se queden juntos); la solución es ir con la nueva pareja, ya que ahí se estableció un nuevo sistema que adquiere prioridad, ya que son los más chicos del sistema los que requieren a los progenitores juntos para crecer.

Para irse de una relación anterior y poder estar disponible para la nueva, hay que reconocer el vínculo que unió a la pareja anterior, agradecer lo que hubo, tomar responsabilidad de lo propio y honrar al otro para poder despedirse. Entonces pueden separarse y quedar disponibles para una nueva relación.

Familias reconstituidas: los tuyos, los míos y los nuestros