Grecia… Otra vez ¿Será un efecto dominó?

grecia

Por: Rebeca Rodríguez

Europa tendrá que ser muy cautelosa y trabajar arduamente para lograr sacar adelante su unión económica e impedir que el mal desempeño de unos, termine por derrocar la moneda común

Hace tres años, en la edición de esta misma revista Nuestra Gente Quintana Roo (Año 6 Núm. 37, Dic 2011 – Ene 2012), escribí un artículo llamado “Grecia y la Incertidumbre del Euro”.  Sorprendentemente hoy, tres años después, la sensación de incertidumbre que se percibe en la eurozona, sigue igual y todo se deriva nuevamente, de la polémica situación política y económica que se vive dentro de la nación helénica.

Todo este tiempo parece no haber sido suficiente para lograr enmendar los errores, corregir el rumbo e impulsar el desarrollo económico en la región. El incesante desempleo, las bajas salariales, los recortes presupuestales y el aumento a los impuestos, son la realidad que sigue padeciendo la población en países como España, Italia y por supuesto, Grecia; lo que se traduce en escenarios adversos de negociaciones fallidas, compromisos inalcanzables y medidas de austeridad apabullantes para la sociedad que sólo debilitan la credibilidad en el sistema.

El disgusto social es obvio y ha dado pie al surgimiento de partidos políticos de oposición, que rechazan por completo las imposiciones fiscales que los acreedores internacionales exigen para el pago de las deudas pendientes.

Así, en Atenas apenas fuimos testigos del triunfo electoral de un partido izquierdista (Syriza), representado por Alexis Tsipras, quien tras haberse pronunciado abiertamente en contra de continuar con las medidas de austeridad impuestas por la Troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) en los últimos 5 años a la economía interna, se convirtió en el primer gobierno dentro de las 19 economías que conforman la zona euro, que está en contra del sistema.

La preocupación global por este tema, radica en el efecto dominó que el caso helénico pueda desencadenar en las demás naciones vulnerables de la región. Sobre todo ahora que en España, se levanta también con gran fuerza un partido de oposición (“Podemos”), que promueve seguir los pasos de Grecia ante los acreedores.

Grecia. Efecto domin��

La reacción de los grandes prestamistas, como Alemania y Francia y hasta de los otros países que han sido rescatados y que han seguido al pie de la letra los estatutos y medidas del rescate fiscal, no se ha hecho esperar. Todos exigen el cumplimiento riguroso de los acuerdos hasta ahora pactados. Se niegan a otorgar prórrogas crediticias y a desbloquear las “ayudas económicas” pendientes a Grecia (que hasta ahora ascienden a 7000 millones de euros), mientras el gobierno  no garantice certidumbre en su conducción económica interna.

El panorama es por demás incierto. No se percibe un ambiente favorable para el despunte económico de Europa en el futuro cercano. Una vez más se trata de negociar. De establecer posturas y lograr acuerdos. La salida de Grecia del euro, no es una opción.

Si no dejaron a esa economía caer hace tres años, tampoco lo harán ahora. Como lo comentamos en ese artículo, detrás de Grecia, colapsarían seguramente otras economías; el euro como moneda perdería más credibilidad de la que ya perdió hasta ahora y por ende la economía internacional sufriría otro revés ante la salida del capital de Europa. Es más barato seguir sosteniendo a Grecia, que dejarla caer. Habrá que ver qué tanto tendrá que sacrificar Grecia y qué tan flexibles pueden ser los acreedores –y Alemania- en específico, para aceptar los condicionamientos mutuos.

Mientras tanto, ya para este año si de por sí se preveía un crecimiento por demás magro para Europa, el caso Grecia, seguramente prolongará el debilitamiento de la región. Sólo para que nos demos una idea de lo grave de la situación; la zona euro creció en el 2014 tan sólo 0.8% y para el 2015, se pronosticaba un 1.1%.[1] Ahora que en enero fue cuando entró el nuevo gobierno izquierdista en Grecia, lo más seguro es que esa proyección se tenga que corregir a la baja.
Esta fue la conclusión a la que llegamos en nuestro artículo anterior:

Es clara la crisis por la que atraviesa la moneda del viejo continente y también es claro que en gran medida su situación caótica se debe a los pésimos manejos administrativos de unos cuantos. Europa tendrá que ser muy cautelosa y trabajar arduamente para lograr sacar adelante su unión económica e impedir que el mal desempeño de unos, termine por derrocar la moneda común.

Hoy por desgracia, la conclusión podría seguir siendo la misma. Los logros para sacar adelante la unión económica son muy magros, si no es que nulos y a la crisis económica, ahora se suma la crisis política y la social. ¿Estaremos ante el origen del derrocamiento de la moneda común? Esperemos que no sea el caso.

[1] Expansión, 04 de noviembre del 2014. Consultado en: http://www.expansion.com/2014/11/04/economia/1415093646.html

Grecia… Otra vez ¿Será un efecto dominó?