Se deben tener proyectos urbanos que revaloricen el entorno, que pudieran convertirse en un atractivo más como destino turístico y enriquecer la cultura de Cancun.
“Nací en la Ciudad de México (1968). Empecé a escuchar de Cancún cuando a mi padre el arquitecto Héctor Almeida le fue encargado el diseño del Cancún Plaza aproximadamente en 1983. Cancún era un nombre que oíamos todos los días, era mucho más joven, así como lo éramos todos….. Había arena en el Boulevard Kukulkán mucha fauna y vegetación. Era emocionante e impresionante ver crecer a un naciente destino turístico en cada viaje. Siempre se veían grandes cambios. Mi hermano Mauricio fue el primero en tomar la decisión de venir a vivir aquí en 1988, luego el resto de la familia. Pasaron los años y el último en venir fui yo en el año 2001”, nos comparte Pablo Almeida.
Pablo Almeida, había terminado la maestría en la Academia de San Carlos en México y se fue una larga temporada a exponer en EEUU pero de tiempo en tiempo, casi sin darse cuenta y sin planearlo, pasaba cada vez más largos periodos en Cancún pues estar con su familia siempre le resultó vital.
“En Quintana Roo tuve una acogida muy grata: muchas exposiciones en el Estado, dos veces me dieron el Premio del Fonca Estatal al artista con trayectoria reconocida; también la oportunidad de participar por mas de dos años semanalmente en radio ayuntamiento y otra temporada similar en la Tv en la cápsula cultural en Encadenatv, apoyando la cultura de Cancun.
“Tuve la experiencia de cruzar a dejar cuadros a Isla Mujeres donde los compraban los turistas. Una buena época fue cuando había mucha rotación de cuadros en la Trio Gallery en Plaza la Isla. Luego con otros pintores-amigos pusimos una galería en Plaza Kukulkan, al final y por casi dos años tuve la galería Pablo Almeida en la SM 19”. En esa época daba mucho que desear la cultura de Cancun.
“He sido muy feliz en esta tierra tan hermosa, afortunado de encontrar grandes amigos, compañeros pintores, Rocco un maestro me introdujo en el mundo del vitral para desarrollar bastante mi obra. Estuve casado con una hermosa Cozumeleña. Disfruto del cielo azul, del aire limpio, de la selva que me encanta y de los cantos de las aves, poco voy al mar, verlo me encanta”.
¿Que obstáculos se te han presentado y como los has superado?
Una época económicamente difícil para mí se convirtió en una oportunidad para empezar a escribir, primero poemas y luego cuentos que publiqué “Letras que hay en mí”, “Sucedió en Paná”, “Aquella mañana” “El mar es un ave y me jacto de ello” Mis escritos son descriptivos visualmente.
En otra época hice un largo viaje a Tabasco. Pues me encargaron un mural y se me ocurrió resolverlo con realzado de cemento y regresando, realicé varios para amigos en sus casas, en la Universidad del Caribe, en hotel Casa Tortugas Cancún y en Mamitas Beach Club en Playa del Carmen entre otros. Ahora puedo decir que gran parte de mi historia personal se encuentra aquí.
Ahora llevo años trabajando con pintura digital y es que uno tiene que explorar siempre nuevos medios. Además sigo haciendo mi pintura de caballete.
¿Qué mensaje pretendes dar con tus obras?
Busco que mi obra tenga múltiples interpretaciones, siendo este el resultado por un lado del placer de pintar, la experiencia de las formas y un viaje al interior no muy racional. No son conscientes mis mensajes. Aunque creo están orientados en lo que yo considero que debe ser mi esencia.
Las obras en diferentes medios son envolturas con regalos de mensaje para los observadores. La envoltura o la primera impresión, yo creo, es la manera en que me nace y luego trabajo buscando plasmar formas que me rondan. Mis modelos recurrentes o mundo imaginario está muy ligado con la región, son las aves, los peces, los colores, y sobre todo la vegetación, que me dan permiso para meditar en colores, formas y palabras. Quizá el premio que pretendo es compartir el goce de las formas y colores mediante el viaje que cada uno haga visualmente recorriendo y viviendo alguna obra.
¿En que momento decidiste que el arte sería tu vida y no cualquier otra actividad?
Mis primero recuerdos son dibujando para mi abuelita, mi madre escultora y mi padre arquitecto siempre inculcándonos una educación en torno al arte, con una retroalimentación muy importante.
Siempre estaba yo dibujando, mis apuntes en la escuela eran dibujos. Hasta la fecha necesito papel porque tengo muchas ideas que me llevan a otras. Pasa el tiempo veo mis dibujos y entiendo que sentía o porqué dibujaba aquello. Así que nunca dudé en hacer la carrera de pintura en La Esmeralda, la cual después complementé con la de arquitectura porque es otra manera de crear y finalmente terminé mis estudios de maestría en la Academia de San Carlos. Siempre supe lo que quería hacer. La creación en sí me estimula, le da sentido a mi vida y me permite dar lo mejor de mí para los demás.
¿Qué papel debe desempeñar el gobierno para enriquecer la cultura de Cancun?
Debe buscar los medios para fomentar y estimular la enseñanza y producción. Para integrarla más a la sociedad. Debe haber proyectos urbanos que revaloricen la ciudad, y que en el mejor de los casos se pudieran convertir en un atractivo más de la entidad, nos enriquecería como sociedad y como destino turístico. Ideas hay muchas y creo se resumen a consciencia, voluntad y trabajo. La cultura de Cancun debe crecer.
¿Qué desafíos percibes en el futuro a mediano plazo para los artistas en Cancún en particular y de Quintana Roo en general?
El eterno desafío del artista es seguir creando, nutrirse, y renovarse. Producir obra. Ser fiel a los ideales estéticos de cada uno. Me considero emprendedor en el aspecto creativo, porque mi mundo es hacer obra. México está lleno de gente creativamente valiosa, hay que poner nuestra aportación aunque las situaciones aparentemente sean adversas. Pero siempre tratar de aportar a la cultura de Cancun.
