Refinería Olmeca Dos Bocas: ¿por qué reforzar la seguridad energética?

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS

El objetivo de este Proyecto es lograr en el mediano plazo la autosuficiencia en la producción de gasolinas, de diésel y de esta manera ofrecer mejores precios de estos combustibles a los consumidores 

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS. Actualmente nuestro país importa casi 80 por ciento de los combustibles que consume. Esta dependencia energética termina por generar un mayor precio que pagan los consumidores mexicanos. El plan es producir más gasolinas en nuestro país, modernizando las seis refinerías del país y construyendo una nueva, para reducir el costo de los combustibles.

Con el objetivo de incrementar la elaboración de productos refinados de mayor valor agregado en el país, cuidar la balanza comercial e impulsar el desarrollo económico y social del sureste mexicano, el Gobierno de México impulsa la construcción de la Nueva Refinería en Dos Bocas, Tabasco, que tendrá una capacidad de 340 mil barriles por día.

Para lograr este propósito, Petróleos Mexicanos desarrollará este proyecto con los más altos niveles de eficiencia, transparencia y ética, buscando el mayor beneficio para la sociedad mexicana.

La Nueva Refineria Olmeca Dos Bocas, lo que será la 7º refinería de Pemex, cuyo objetivo es contribuir a la autosuficiencia energética, maximizar el beneficio económico y social y detonar el desarrollo en el Sureste

Dos Bocas, Tabasco, es el lugar ideal debido a que ahí llegan los ductos de petróleo, la materia prima, proveniente del litoral de Tabasco y de la sonda de Campeche, donde se extrae el 80% de hidrocarburos en México, buscando el mayor beneficio para la sociedad mexicana.

¿Cómo es una refinería de petróleo?

El refino del petróleo

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS.  Muchos son los conceptos relacionados con el sector petrolero que resultan de cierta complejidad de comprensión para buena parte de la ciudadanía. Sin embargo, de partida la mayoría creen tener una idea aproximada de lo que es una refinería: esa gran plataforma industrial que, a partir del procesamiento del crudo de petróleo, produce una serie de derivados que se emplean como combustibles. Es cierto además que, en el subconsciente colectivo, a menudo estas instalaciones aparecen vinculadas a emisiones contaminantes e impacto medioambiental.

Por eso es especialmente importante en estos tiempos de transición energética explicar de forma adecuada, sencilla y comprensible cómo es realmente una refinería de petróleo, su finalidad, su funcionamiento, los productos que nos ofrece y su importancia en nuestras vidas, más allá de las ideas preconcebidas y de lo que la mayoría puedan percibir a simple vista. Y sobre todo, es necesario que se comprenda adecuadamente lo que han de ser las refinerías del futuro. Los ciudadanos deben estar bien informados.

La refinería como actor clave 

La refinería de petróleo ocupa una posición central en el proceso de transición energética en el que nos hallamos inmersos, y es un actor clave en la lucha contra el cambio climático. Esto es así porque las refinerías están llamadas a convertirse en centros energéticos dentro de polos industriales en los que se intercambia energía (facilitando su producción, almacenamiento y suministro) y materias primas, siendo asimismo sumideros de residuos.

¿Qué significa esto? Que las refinerías cierran el ciclo de la economía circular, favoreciendo un uso y reutilización eficiente de los recursos, materias primas y productos a lo largo de su ciclo de vida (incluyendo la gestión de residuos). En definitiva, con ello se contribuye a crear un modelo sostenible a través de un consumo responsable, reduciendo así globalmente el consumo de materias primas naturales.

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS. Pero tratemos de comprender de manera sencilla lo que hace una refinería. Hay que tener en cuenta que el petróleo, tal y como se extrae del yacimiento, no tiene una aplicación práctica si no es procesado. La refinería es, en consecuencia, la instalación industrial en la que se transforma ese petróleo crudo en productos que sí son efectivamente útiles para las personas. A ese conjunto de operaciones que se realizan para conseguir estos productos se les denomina “procesos de refino”.

Esa es, por tanto, la finalidad de la industria del refino: obtener del petróleo la mayor cantidad posible de productos de una calidad y una utilidad bien determinadas ¿De qué productos estaríamos hablando? Lo cierto es que los derivados son muy diversos, y van desde los gases ligeros, como el propano y el butano, hasta las fracciones más pesadas, como el fuelóleo y los asfaltos, pasando por otros productos como las gasolinas, el gasoil y los aceites lubricantes. El petróleo contiene todos estos productos en potencia porque está compuesto de hidrocarburos, cuyos dos elementos son el carbono y el hidrógeno, y ambos al combinarse entre sí pueden formar una infinita variedad de moléculas o cadenas de moléculas.

Los procesos de refino: del petróleo a sus derivados

Dentro de una refinería, los procesos que se llevan a cabo se pueden clasificar, de forma general en destilación, conversión y tratamiento. Antes de comenzar este proceso se ha de efectuar un análisis de laboratorio, puesto que no todos los crudos son iguales, ni de todos se pueden extraer los mismos productos. Posteriormente se realizan una serie de “refinados piloto” donde se experimentan a pequeña escala todas las operaciones de refino, y una vez comprobados los pasos a realizar, ya se puede dar comienzo al proceso industrial.

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS. En este punto es conveniente distinguir entre lo que sería una refinería sencilla y una refinería compleja. La complejidad de una refinería se mide por su capacidad de conversión, que es la posibilidad de producir mayor proporción de productos de mayor valor añadido a partir del mismo crudo, lo que se consigue con nuevas unidades de proceso y mayor consumo de energía y, por tanto, costes de operación.

Las refinerías sencillas tienen un esquema de procesos relativamente simple y unos costes de operación y consumo de energía relativamente bajos, pero producen grandes cantidades de productos con baja demanda (por ejemplo, el fuelóleo). Sus emisiones de CO2 totales y específicas por tonelada de crudo son bajas, pero altas en relación con la producción de gasolina/destilados medios (gasóleo y queroseno de aviación).

Por su parte, las refinerías de alta conversión producen los combustibles más demandados por el mercado, como los destinados al transporte (gasolinas y destilados medios). Aquí, las emisiones totales de CO2 son lógicamente superiores, pero menores si las consideramos en relación a la proporción de productos comerciales demandados que se obtienen.

No se debe considerar que unas mayores emisiones, es decir, un mayor consumo de energía, equivale a una menor eficiencia. En realidad, es todo lo contrario, pues una refinería más moderna y compleja consume más energía, pero de forma más eficiente. Lo cierto es que se necesitan refinerías complejas para cumplir, cuantitativa y cualitativamente, con la demanda del mercado, y que entreguen productos con las especificaciones requeridas, y cumpliendo la normativa ambiental vigente en la UE.

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS

La refinería del futuro

Aquí es necesario sacar a colación esa idea de la “refinería del futuro”, porque el presente es un momento crucial para apostar por ella y por su contribución a la transición energética.

Hay que señalar que, hoy en día, las refinerías de la UE (y algunas de las mejores están precisamente en España, país muy competitivo dentro del sector, en el que se han invertido más de 27000 millones de € en los últimos 25 años , favoreciendo la apertura del sistema petrolero español) están ya perfectamente posicionadas para ser centros de producción de combustibles bajos en carbono, a los que llamamos ecocombustibles,  integrados en complejos industriales, y que disponen de múltiples tecnologías que combinan y optimizan la formulación química de sus productos.

REFINERIA OLMECA DOS BOCAS. La refinería del futuro toma este punto de partida: la plena integración de refinerías y plantas petroquímicas creando sinergias que refuercen la competitividad del complejo industrial en el que se encuentran ubicadas, y participando en iniciativas conjuntas para el desarrollo de tecnologías innovadoras bajas en carbono que permitan la reducción de las emisiones totales, tanto del complejo en el que se integran, como de los productos que en él se fabriquen.

En definitiva, la refinería del futuro es un agente clave para seguir avanzando en la transición hacia un futuro de bajas emisiones: una refinería compleja, sofisticada y adaptada, que ha de seguir trabajando para aumentar la eficiencia de sus operaciones en términos de reducción de emisiones de CO2 mediante la mejora de sus sistemas de gestión energética y la adopción de nuevas tecnologías; una refinería que ha de mantener sus inversiones para la producción de ecocombustibles y otros productos de bajo contenido en carbono ; y una refinería que está comprometida con la expansión, profundización y desarrollo de proyectos de colaboración con otras industrias que permitan la reducción de emisiones en toda la cadena productiva.

Refineria Olmeca Dos Bocas: ¿por qué reforzar la seguridad energética?