¿En qué momento se encuentra México? Sin duda en uno muy delicado.
Ayotzinapa ¿punto de quiebre? Las múltiples marchas y manifestaciones realizadas en México y otras partes del mundo entorno a la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y, todo lo que a su alrededor ha sucedido, debe leerse desde diversas perspectivas, desde distintos ángulos.
No nada más se trata de los desaparecidos. Es un conjunto que engloba un hartazgo. Hay mensajes que la clase política no quiere leer ni entender. Los mexicanos ya no soportamos la corrupción, la impunidad, la ineficacia en la aplicación de la ley; el aberrante sistema de justicia, los enriquecimientos a costa del presupuesto público, la nula austeridad en el uso de recursos públicos (recursos producto de nuestros impuestos), en fin, tantos y tantos aspectos, tantos y tantos agravios a la sociedad que son urgentes de cambiar.
Dicen que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. No estoy de acuerdo. No nos merecemos tanto cinismo, tanto derroche, tanta opacidad. Cuántas ocasiones escuchamos que se detectaron desfalcos millonarios en algún nivel de gobierno y los funcionarios solo reciben un apercibimiento.
Cuántos millonarios desvíos de recursos públicos y nadie encarcelado. La impunidad ha ganado la batalla y ello genera un círculo vicioso de más impunidad y más corrupción. ¿Hay remedio? No lo sé. Pareciera que México está condenado a vivir así: rico en recursos naturales, pobre en funcionarios honestos.
Muy seguido escucho que cualquier persona cae redonda ante el poder y parece que no hay esperanza, que “así son las cosas”, que “todos roban”, que “así es México”, pero luego veo a José Mújica, Pte de Uruguay, austero, firme impulsor de su economía interna, un ejemplo de gobierno. Ahí estuvo Nelson Mandela, igual, austero, conciliando a su pueblo, gran presidente, le suplicaban reelegirse y no sucumbió.
O qué tal el intelectual Václav Havel quien encabezó la revolución de terciopelo y la caída pacífica del comunismo y como presidente de Checoslovaquia fue un ejemplo del compromiso moral y político de una generación que derribó las dictaduras de Europa central y oriental. O sea, sí hay alternativas, sí existen personas honorables que pueden enderezar el rumbo. Pareciera que aún no hemos tenido la suerte de que así suceda pero, en una de esas…
Lic. Yvette Hesse E.
Dir. Grupo Editorial Kankún