Editorial Agosto Septiembre 2006

EXCEDENTES PETROLEROS

¿DÓNDE QUEDARON?

El Gobierno mexicano se sacó un super premio mayor en este sexenio que ya casi termina pues como nunca antes, los precios por barril que en otras décadas habían estado entre 10, 15 o 20 dólares, por diversas razones de orden internacional, alcanzó hasta 67 dólares por barril, lo cual representó millones y millones de recursos que no se tenían contemplados como ingreso. Esos altísimos precios del petróleo mexicano en el mercado mundial, engrosaron las arcas federales de forma inusitada, tanto así que, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Hacienda tan solo en el año 2005 fueron captados unos 10 mil millones de dólares extras, o sea, muchísimo más dinero de lo previsto. ¿Qué haría un empresario exitoso si de repente recibiera un inesperado excedente económico?
Seguramente ampliaría sus instalaciones, invertiría en otros giros, renovaría flota de transporte, invertiría en proyectos a largo plazo, en fin, con visión previsora, realizaría una planeación y estimaciones para hacer rendir ese ingreso extra en lugar de derrocharlo; ¿qué hizo el Estado Mexicano con los excedentes? Buena pregunta que pocos, muy pocos pueden contestar con total certeza; expertos en el área han denunciado que se crearon fideicomisos a fin de depositar todo ese dinero y, no es que uno sea desconfiado ni mal pensado, para nada, pero, es un hecho que esta figura del fideicomiso se presta para todo tipo de desvíos, en especial por la dificultad legal de adentrarse en los estados financieros; en palabras de comunes mortales, nula transparencia o robo descarado.
¿Hacia dónde se canalizaron los ya más de 108 mil millones de dólares que lo largo de cinco años ingresaron a las arcas gubernamentales? Estrenaremos Gobierno Federal en breve. El nuevo Presidente de la República, está obligado a exigirle a su antecesor un informe exacto sobre el manejo de esos excedentes petroleros. Accountability o Rendición de Cuentas pues. Toda esa histórica venta de barriles de petróleo debió utilizarse en el desarrollo del país, no pudo haber servido solo para engrosar cuentas personales de alevosos funcionarios, y, si fue el caso; lo menos que esperamos los ciudadanos es no solo sancionar, sino encontrar y canalizar debidamente ese presupuesto público. El nuevo Mandatario debe además, adoptar políticas adecuadas para el tratamiento de nuestro crudo pues la bonanza en los precios del petróleo no será eterna.

Yvette Hesse

Dirección General