Análisis Político

Editorial Agosto – Septiembre 2010

Las oportunidades en la vida se presentan, o las tomamos, o las dejamos pasar y no vuelven. Quintana Roo vive momentos únicos: durante varios meses hay personajes que aprovecharán como se debe, la enorme oportunidad que la coyuntura les presentó. Circunstancias inéditas. Habrá otros que desperdiciarán ese valioso tiempo en trivialidades; ahí, veremos los verdaderos liderazgos, las verdaderas convicciones, o… las mediocridades.
Generalmente, luego de las elecciones, los candidatos electos inician apenas dos o tres meses después de ganar los comicios, así, no hay tiempo más que para preparar la fiesta del gran día de toma de protesta, para invitar a trabajar a lo que se encuentre, a medio elaborar un plan de trabajo, y a resolver las eternas prioridades del día a día; prácticamente se arma un equipo de colaboradores al aventón y las problemáticas a resolver son tantas que el tiempo y el dinero nunca son suficientes; en fin, la premura de los momentos, justifica en cierta forma nombramientos de personal un tanto incompetente y decisiones poco, poco inteligentes.
Sin embargo, todos, absolutamente todos los candidatos electos a los diferentes puestos de elección: Gobernador, Presidentes Municipales y Diputados -que entrarán en funciones hasta abril del 2011- tienen la enorme oportunidad de ir planeando su proyecto de trabajo de una forma estratégica, con calma y exactitud, de ir integrando a personas eficientes, que sí las hay, y muchas; de ir negociando y aprendiendo con sus antecesores; de implementar nuevos proyectos,  de, con todo respeto y honestidad hacia quien les preside: rescatar y continuar los programas efectivos, no desecharlos como lamentablemente sucede por… celos insulsos.
Nada los obliga a aprovechar el tiempo de la mejor manera, cierto, ya ganaron. Ya tienen su nombramiento oficial. Si quieren se preparan, si no, simplemente no. Y… puede ser fantasía en exceso o una muy necesaria dosis de optimismo, pero no va de más ilusionarnos y preguntarnos ¿qué pasaría si todo este aparato burocrático que entrará en funciones a mediano plazo, se dedicara estos varios meses a capacitarse, a planear estrategias, a programar y organizar y que, cuando se sienten en la silla del poder, implementen procesos de eficiencia? Quizá otro sería el resultado, un resultado que traería realmente beneficios: productividad y mejores niveles de vida para todos los quintanarroenses. ¿Será tan, pero tan imposible de hacer?

Yvette Hesse E.

Dirección General

Yvette Hesse

About Author

Yvette Hesse Espinosa. Licenciada en Comunicación. Maestría Administración de Empresas. Diplomados en “Formación de Educadores para la Democracia”; “Derechos Humanos”; “Ventas y Marketing”; “Inteligencia Emocional”; “Formación Social”. Columnista en diversos medios de comunicación. Directora de la Revista Nuestra GENTE Q. Roo.

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