Estamos en una emergencia pública. Una emergencia sanitaria, México necesita nuestra inteligencia, no nuestras fobias…

A cuarentena a las diferencias ideológicas

Aún no tenemos idea de cómo cambiará la cotidianeidad a la que estamos acostumbrados, es prematuro siquiera imaginarlo, pero no creo que todo siga igual. Diversos factores económicos a escala global, repercutirán irremediablemente en el ámbito nacional y local. Sin embargo, lo que sí podemos hacer de momento, es informarnos con los especialistas, con los científicos, con quienes han dedicado su vida al estudio clínico de lo que hoy día vivimos y aún no entendemos del todo… es por ello, que entre tantas lecturas que me he dado a la tarea de investigar, he seleccionado para hoy una entrevista al doctor Gustavo Cruz, del instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM, para UNAM Global.

EL INCREMENTO SERÁ EXPONENCIAL

Menciona que por cada persona diagnosticada con el nuevo coronavirus en México habría de 50 a 100 contagiados asintomáticos que, al creerse sanos, estarían propagando la enfermedad sin saberlo. “Esta falta de síntomas hace imposible detectar a todos quienes diseminan la infección, que los contagios crezcan muy rápido y que el brote sea difícil de controlar”. En opinión del académico, esto nos coloca en un escenario donde, aunque los casos reportados a diario por las autoridades aún parecen pocos y de incremento paulatino, en breve crecerán de forma exponencial, es decir, los veremos duplicarse cada dos o tres días. “A esta subida súbita se le conoce como brote epidémico y debemos estar muy atentos a ella, pues marcará el momento exacto en que deberemos echar a andar medidas de cuarentena más severas, pero a nuestro parecer adecuadas, para lograr el mejor resultado posible”. 

¿QUÉ MUESTRA EL MODELO MATEMÁTICO?

Actualmente el doctor Cruz colabora con científicos y epidemiólogos en el desarrollo de un modelo matemático que anticipa cómo evolucionará la epidemia en México y qué tan efectivas resultarán determinadas estrategias de aplicarse en el momento preciso. “No podemos replicar los resultados de Wuhan, pero nuestros estimados señalan que, de actuar justo al iniciar el brote epidémico, con cuatro semanas de cuarentena bien podríamos evitar que el número de infecciones se eleve de forma pronunciada y termine por desbordar nuestra capacidad hospitalaria, como ya pasó en Italia y en España”.

¿DE QUÉ SIRVE LA RECLUSIÓN DOMICILIARIA?

Para entender cómo se propaga el Covid-19 —apunta el investigador— antes debemos remitirnos a un concepto llamado R0 (o número reproductivo básico), que en este caso estiman en 2.5, lo cual significa que cada infectado contagia, aproximadamente, a dos personas y media. El objetivo de imponer reclusión domiciliaria y distanciamiento social es hacer que esta cifra baje. No obstante, aunque las autoridades chinas reportaron sus primeros casos desde principios de 2020, a muchos países la epidemia los sorprendió con la guardia baja debido a que el nuevo coronavirus puede ser transmitido por infectados sin signos de enfermedad, es decir, por individuos aparentemente sanos. “El brote global de SARS de 2003 fue contenido de manera relativamente fácil debido a que la enfermedad sólo era propagada por sujetos con síntomas y, por lo mismo, estos eran detectados con facilidad y aislados, algo complicado de hacer ahora pues alguien con Covid-19 puede manifestar la enfermedad 14 días después de su contagio —o incluso no desarrollarla jamás— y, desde una aparente buena salud, estar diseminando el virus entre quienes tiene cerca”.

WUHAN, UN MODELO A SEGUIR

Las medidas de contención tomadas por el gobierno chino en Wuhan fueron muy efectivas, al grado de merecer un reconocimiento por parte de la Organización Mundial de la Salud. Por ello, el doctor Cruz considera que las estrategias adoptadas  ahí son un modelo a seguir y detalla que entre las acciones tomadas tras los primeros casos estaba el decretar una cuarentena de ocho semanas, y tan estricta, que las autoridades de Pekín entregaban comida a la puerta de cada wuhanés para evitarles salir. Con ello bajaron el R0 del Covid-19 de 2.5 a 1.7, aunque hablamos aquí de la economía más poderosa del mundo. 

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA CON MÉXICO?

Desafortunadamente México es una nación pobre que no puede parar dos meses, pero sí hacer todo lo posible para no alcanzar los niveles de Europa. “Nuestro modelo matemático dice que es posible lograr un resultado cercano al de los chinos —quizá no tan bueno— si aplicamos 28 días de cuarentena no de manera arbitraria, sino cuando los contagios se eleven de forma exponencial, es decir, justo al darse el brote”. Pero, el frenón de actividades es uno de los aspectos que más preocupa al académico, pues además de la amenaza a la salud, el Covid-19 impactará en la supervivencia diaria de infinidad de mexicanos. “Fue muy acertada la decisión de suspender toda actividad en universidades y escuelas por tratarse de lugares que no producen bienes tangibles, ¿pero y en las fábricas y lugares donde laboran personas que viven prácticamente al día?, ¿qué pasará con toda esta gente si las mandas a su casa?, ¿dejarán de cobrar y de qué vivirán?”.

¿QUÉ ESPERAR?

El doctor Cruz señala que los cálculos más optimistas de su modelo matemático arrojan que, si las medidas de cuarentena y distanciamiento social se aplican de manera adecuada, en México podría lograrse un R0 de 1.9. Por ello, en vez de entrar en pánico, la recomendación del académico es entender cómo se propagará la epidemia entre una población totalmente susceptible, es decir, en una integrada por individuos cuyo sistema inmunológico aún no ha creado anticuerpos específicos para combatir al patógeno. “Por tratarse de un nuevo virus, todos podemos enfermarnos, y ya que puede transmitirse por personas sin síntomas por largo tiempo, probablemente tenemos ya algunos meses conviviendo con él”.

¿CÓMO DISMINUIR LA TRAGEDIA AL MÍNIMO?

Al dibujar una gráfica de cómo se dan los contagios —detalla el investigador— se observa una curva que alcanza muy rápido un pico (un máximo de casos) y después cae. “Esto es porque a medida que la gente se enferma y se cura —o, en su defecto, muere—, va disminuyendo el número de sujetos proclives a ser infectados”. La finalidad de estas estrategias es que el pico de infección no se eleve de súbito, por lo que la recomendación del doctor Cruz es que las personas salgan de sus casas lo menos posible durante el tiempo recomendado, pues esto es lo único realmente efectivo a la hora de reducir el R0 (o número reproductivo básico) del Covid-19. “Aunque suene paradójico, con el aislamiento la epidemia durará más tiempo. Sin medidas sanitarias todo terminaría en cinco semanas, con un muy elevado número de muertes. Si seguimos las indicaciones este lapso se extenderá a ocho o nueve semanas, pero lograremos disminuir las tragedias al mínimo”.

*Yvette Hesse E. Directora de Grupo Editorial Kankun y Gente Q.Roo, revista de negocios y política. 

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