2014, un año de retos

Entre los analistas nacionales y extranjeros existe el consenso de que la economía mexicana crecerá alrededor de 3% en 2014 lo que significa una recuperación tras la desaceleración observada en 2013. Más allá de buscar factores de coyuntura que expliquen el magro crecimiento de 1.3% con el que la Secretaría de Hacienda previó cerrar en 2013, los empresarios de Coparmex tenemos claro que no estamos ante un problema de corto plazo, sino ante una condición estructural de nuestra economía en los últimos 30 años. Durante las últimas tres décadas, hemos crecido apenas 2.4 por ciento al año en promedio y esa es la causa de que que la riqueza por habitante crezca anualmente menos de 1 por ciento en términos reales en ese mismo lapso. Claramente, ese es un indicador que no puede dejarnos satisfechos.
En ese entorno, los empresarios vemos con preocupación la reforma fiscal aprobada por el Congreso de la Unión, porque en ella subsisten medidas que serán lesivas para el desarrollo económico de México y de las empresas. Nos preocupan en especial los efectos de la reforma fiscal en las familias, por la reducción del ingreso disponible de los mexicanos. Se espera un debilitamiento del consumo privado en los primeros meses del año a causa de los nuevos y mayores impuestos que empezarán a cobrarse en 2014, especialmente el incremento del IVA en la frontera, al homologarse la tasa al 16%,  así como por el alza a los impuestos especiales a bebidas y alimentos.
 
En las empresas, los topes a la deducibilidad de las prestaciones sociales que considera la Ley Federal del Trabajo, tendrán como consecuencia un aumento de la tasa efectiva del Impuesto Sobre la Renta  de hasta 8 por ciento, lo que encarecerá la nómina y en numerosas empresas obligará a reajustar la plantilla de personal. Los cambios fiscales afectarán en mayor medida a las industrias maquiladora -que verá mermado su flujo de efectivo y el sector minero, por el incremento en el pago de derechos. Por otra parte, aunque fue abrogado el IETU, quedó abierta la posibilidad de que las empresas deberán pagar el gravamen cuando cobren cuentas pendientes correspondientes al ejercicio de 2013.
El mayor endeudamiento autorizado por el Congreso al gobierno federal, por 570 mil millones de pesos, podría producir un efecto de desplazamiento del sector privado, limitando el crédito a las empresasy las familias. Lo que más nos preocupa es la falta de un compromiso cabal de los tres órdenes de gobierno para ejercer el gasto público con transparencia y eficacia. Coparmex propone la creación de una estrategia nacional de transparencia, rendición de cuentas y seguimiento al gasto público. Esta estrategia debe atender no únicamente su cumplimiento en tiempo y forma, en el ámbito cuantitativo, sino una reingeniería de los programas de gobierno, tanto municipales, como estatales y federales para la austeridad; y un puntual seguimiento que permita lograr el mayor provecho al presupuesto de egresos, orientándolo hacia la inversión productiva.
El sector empresarial reafirma su compromiso dedar un seguimiento puntual a cada uno de los efectos que la  reforma fiscal va a introducir en la economía de México,  pero siempre en la búsqueda del diálogo con el gobierno federal y el Congreso, para aportar discutir, identificar e impulsar las mejores propuestas que permitan un crecimiento económico sostenido y más oportunidades de empleo para todos los mexicanos.